Soy Esther, la responsable y guía detrás de Baubo Yoga. Mi vida gira en torno a la práctica del Yoga, una filosofía que llegó a mí en 2012 y que desde entonces se ha convertido en el eje de mi visión vital. Mi enfoque hacia el bienestar integral abarca la unión del cuerpo, la mente y las emociones, a través de prácticas físicas, hábitos saludables y una actitud de escucha profunda, todo ello inspirado por el Yoga.
Enseño desde 2015 y abrazo la diversidad de estudiantes desde la firme convicción de que el Yoga es para todas las personas. En mis clases, el trabajo corporal se entrelaza con los aspectos más sutiles del ser, generando un espacio de transformación personal y presencia auténtica.
Mi formación se ha desarrollado tanto en España como en la India, país que adoro y donde he podido experimentar la práctica auténtica del Yoga clásico y tradicional. Cada viaje a la cuna del Yoga ha sido y sigue siendo clave en mi desarrollo personal y profesional.
A lo largo de este camino he tenido la fortuna de aprender de grandes maestros y maestras que han dejado una huella profunda en mi práctica y en mi enseñanza. Desde la sabiduría ancestral vivida en la India, hasta las enseñanzas contemporáneas recibidas en España, cada experiencia ha nutrido mi visión del Yoga. Me siento profundamente agradecida por la guía de figuras tan inspiradoras como Bhooma Chaitanya, Tomás Zorzo, Ajay Kumar y Sachin Badoni, entre muchas otras personas maravillosas que he encontrado en mis viajes y formaciones.
Toda esa gratitud y aprendizaje se reflejan en mi enseñanza. Mi propósito no es solo transmitir conocimientos técnicos, sino también compartir la esencia del Yoga: sus valores, su mirada compasiva y su capacidad de transformación.
Como directora del curso de formación de profesorado en Yoga acreditado por Yoga Alliance, mi compromiso como docente va más allá de enseñar Filosofía, Hatha y Vinyasa Yoga. Aspiro a inspirar a futuros profes a convertirse en facilitador@s de procesos de transformación personal y colectiva. Mi objetivo es que encuentren su propia voz y estilo, con una base sólida de conocimiento técnico, pero también con una comprensión profunda de la filosofía yóguica y su aplicación en la vida cotidiana.
Estoy convencida de que enseñar, practicar y vivir el Yoga son aspectos inseparables que se nutren entre sí. Por eso, promuevo la formación continua y la autoexploración como pilares esenciales del camino del Yoga. Mi deseo es que cada persona que pase por este proceso desarrolle una práctica personal profunda, honesta y viva, para poder guiar a otros con integridad, sabiduría y amor.
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